La producción de la industria manufacturera PyME aumentó un 2,4% en marzo, frente al mismo mes del año pasado, a precios constantes.
En la comparación con febrero, la actividad se mantuvo sin variación. Si bien la demanda sigue firme por ahora, hay empresas que dudan que pueda sostenerse ese ritmo en los próximos meses si no se estabilizan los costos.
El sector industrial PyME está fabricando en un contexto de mucha incertidumbre, marcado por la inestabilidad macroeconómica, y en un esquema productivo de administración de importaciones. A pesar de ello, en el primer trimestre del año, la industria acumuló un ascenso de 5,2% respecto del mismo trimestre de 2022.
El uso de la capacidad instalada de las empresas de la muestra subió a 73,3%, esto es 1,6 puntos porcentuales por encima de febrero (71,7%). Los niveles más elevados se encontraron en “Papel e Impresiones” (82,4%), y los más bajos en “Metal, Maquinaria y Equipo, y Material de Transporte”, y en “Productos químicos y plásticos”, ambos con 69,9%.
Al mismo tiempo, hay sectores como son los productores de químicos, plásticos o metalmecánicos, donde sorprende el dinamismo inversor, casi desacoplado de la coyuntura.
La mayoría de esas PyMEs se están financiando con recursos propios, y encuentran que, en este contexto, la mejor opción es reinvertir rápidamente las utilidades en la misma empresa.
Estos resultados surgen del Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) que elabora la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), con una muestra que alcanzó unas 384 industrias PyME a nivel federal.